Puente Angostura, Ciudad Bolivar, Foto de Armando Caicedo

lunes, 28 de marzo de 2011

Honduras obligada a proteger su flora y fauna.


Tegucigalpa, Honduras
La protección de la flora y fauna en peligro de extinción es tan importante como la vida de los seres humanos.

El estado de Honduras deviene obligado a proteger y cuidar más de siete mil especies de flora y fauna- algunas en condiciones endémicas-, para lo cual ha suscrito convenciones internacionales que tendrá que cumplir so pena de las sanciones correspondientes. Una prueba de la importancia que tienen los animales en peligro de extinción es la suspensión por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de un préstamo por 20 millones de dólares que el gobierno del ex presidente Rafael Callejas gestionó para construir, hace 20 años, la carretera Central que uniría Francisco Morazán con Yoro.

El organismo internacional tuvo acceso a estudios científicos que confirmaban la presencia en Olanchito -por donde iba a pasar la carretera- del colibrí esmeralda, única especie de este tipo que queda en el mundo. El banco suspendió el préstamo y hasta hoy la carretera no se ha hecho.

Según estudios en poder de la Dirección de Biodiversidad de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), Honduras posee 7,524 especies de plantas vasculares, de las cuales 244 se consideran endémicas.

También hay 718 tipos de aves, de las que cinco están en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El estudio añade que el territorio hondureño posee 228 especies de mamíferos, de los cuales seis están en peligro real de extinción. También hay 211 especies de reptiles y 11 anfibios, incluyendo 36 endémicos.

Los insectos no se quedan atrás. Hay 2,500 variedades y de ellas el Estado está en el deber de cuidar con mucha cautela 14 que están bajo la categoría de endémicos. Hay, además, 672 especies de peces.

El titular de la Dirección de Biodiversidad, Rafael García Díaz, dijo a EL HERALDO que hay toda una coordinación con la Secretaría de Agricultura y Ganadería y con el Instituto de Conservación Forestal para hacer cumplir los compromisos asumidos en las convenciones internacionales.

Honduras es parte del Convenio sobre Diversidad Biológica firmado en 1992 en Río de Janeiro, donde se celebró la Cumbre del Ambiente y Desarrollo. Este convenio fue ratificado el 21 de febrero de 1995.
También es parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites) y de la Unión Internacional para la Conservación de las Especies.

Localmente, el país dispone de la Oficina Nacional Cites, de la Ley Forestal de Áreas Protegidas y Vida Silvestre y del Manual de Normas Técnico-administrativas para el manejo y aprovechamiento de la vida silvestre de Honduras.
Sin embargo, a pesar de todo este marco jurídico, el tráfico de animales y la muerte inmisericorde sigue ocurriendo en Honduras. Casi a diario, cazadores deportivos o comerciantes inescrupulosos se internan en las selvas a matar o cazar animales protegidos por las leyes.

Han habido una que otra captura de personas que trafican con tigrillos, jaguares, nutrias y dantos, que forman parte de los mamíferos protegidos, o aves como búhos, lechuzas, loras, cotorras, guacamayas, águilas y gavilanes. En algunos casos, la policía, por razones desconocidas, deja pasar estos ilícitos.

Según estimaciones históricas, hace 4,500 millones de años desaparecía solo una especie de cada millón. "La desaparición natural de las especies se da debido a su adaptación a los diferentes cambios en su hábitat. A este hábitat lo ha cambiado el hombre drásticamente, alegando la industrialización, el progreso y los medios de su subsistencia".
Los animales son sacrificados indiscriminadamente, con crueldad. El hombre, por sus falsas creencias, debidas a la ignorancia o al mismo machismo, en la búsqueda de lo mágico y de la virilidad malentendida, que no encontrará fuera sino dentro de sí mismo, aniquila especies.

"Hay quienes cazan animales como trofeos para lucirlos y resaltar la fuerza y poder que no tienen. Y los hay que comercian con animales vivos y disecados para museos, zoológicos y souvenirs.

Otros para lucirlos como abrigos o adornos que en lugar de resaltar su estatus los denigran, porque sobre ellos lleven un cadáver como signo de opulencia y prosperidad, lo que demuestra su gran ignorancia y falta de sensibilidad".

"Se estima que en 30 años no existirá la quinta parte de las formas de vida que hoy aún existen. La pérdida de la biodiversidad, el comercio indiscriminado e ilegal de algunas especies y la contaminación de las aguas y tierra hacen que anualmente mueran más de dos millones de aves y más de cien mil mamíferos

Fuente: Elheraldo

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