Este león de 250 kilos de peso era la más grande de las que en territorio sudafricano. Vivía en la zona de las llanuras herbáceas del Karoo, al suroeste de Sudáfrica. A menudo se culpa de su extinción a los colonizadores holandeses (los “bóers”), pero se sabe que los verdaderos responsables de su exterminio fueron los ingleses. A principios del siglo XIX comenzaron a cazarlo indiscriminadamente, en parte por deporte y en parte como represalia a sus ataques al ganado. Después de muchos esfuerzos y bala, lograron exterminarlo a mediados de la década de 1860. El último león del Cabo murió en manos de un tal general Bisset , que le dio caza en 1865 en Natal...
Son 13 las subespecies de león (Panthera leo) más comúnmente reconocidas por los científicos. De ellas, quitando las 4 que se extinguieron hace como mínimo 2000 años, nos quedan 9, que podríamos decir que son los leones actuales. De estos nueve, el león del Atlas (Panthera leo leo) o león de Berbería se extinguió en estado salvaje en 1922, y el león del Cabo, del cual hablaremos en este artículo está extinto.
Otros leones que habitan actualmente en África son el león de Katanga (Panthera leo bleyenberghi) y el león sudafricano (Panthera leo krugeri) en el sur, el león del Masai (Panthera leo massaicus) en el este y el león senegalés (Panthera leo senegalensis) en el oeste.
DUDA TAXONÓMICA
Su apariencia física difiere de los leones que habitan en el sur y este de África actualmente, por lo que se consideró como una subespecie diferente. Sin embargo, hasta hace poco los investigadores no pudieron determinar si la extinta subespecie era una subespecie diferente.
Estos fueron publicados en 2006, y no apoyaban la distinción del león del Cabo como subespecie diferenciada. Ahora parece ser probable que el león del Cabo era solo la población más al sur de los leones africanos actuales, algo diferentes pero después de todo, la misma subespecie que los leones actuales. Se podría decir que tal vez se estaban diferenciando, pero aún no se habían separado lo suficiente como para considerarlos a parte.
Sin embargo algunos autores consideran que los leones del Cabo tienen una morfología externa fija que justifica que se les considere una subespecie distinta. Estas diferencias su melena de color oscuro que llega a la zona de los hombros y al vientre, y el gran tamaño, ya que eran los leones más grandes que había. Sin embargo, ahora se sabe que el color y tamaño de las melenas pueden estar influidos por diversos factores extrínsecos, como son la temperatura ambiente (Oeste y Packer, 2002).
Según esto, los leones que habitan en lugares más frescos dispondrían de una gran melena, como ocurre por ejemplo ocurre con los leones de los zoológicos europeos y de América del Norte. Por lo tanto se trataría de un marcador inadecuado para identificar a una subespecie, siendo la manera más fiable la de los marcadores moleculares.
Por otro lado hay personas e instituciones defensoras del león del Cabo que, al igual que ocurre con el león del Atlas, consideran que aún quedan leones del Cabo en cautividad, y por ello en ocasiones se le considera extinto en estado salvaje pero no en cautividad. Esto es debido a que hay mucha confusión con leones de melena larga y oscura en cautividad.
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