Quiero comentarles algo vivido, los que me conocen, saben que soy una mujer, blanca, de esas que cuando el sol medio le pega, se ponen como un tomate. Pues le diré tuve la dicha, a través del proyecto comunitario que estamos desarrollando, como grupo de estudiantes de Gestión ambiental, de sembrar en unión a mis compañeros 40 arboles, en la comunidad de Caura. Y les digo cuando terminó la actividad me dio fiebre, por el sol y todo, pero a la vez fue una maravillosa experiencia y es de gran satisfacción pasar por el lugar y ver esos pequeños arboles creciendo, son como unos niños, que hay que cuidar.
Hay un refrán, que dice que para que no te olviden, debemos:
1. Tener hijos
2. Escribir un libro
3. Sembrar un árbol.
Aprovecho, si hay personas de la comunidad de caura los invito, a respaldar este proyecto de tratar de recuperar los espacios públicos, cuesta, cuesta y cuesta. Pero al final será un gran logro como estudiante y como habitantes de la comunidad de Caura.
Y lo mejor de todo, haber logrado un pequeño pulmón vegetal. Esta foto es una pequeña reserva de eucalipto en la comunidad de Ventuarí, sigamos el ejemplo
No hay comentarios:
Publicar un comentario