Puente Angostura, Ciudad Bolivar, Foto de Armando Caicedo

miércoles, 4 de mayo de 2011

Las ranas de la nieve

Estos anfibios no pueden ser tímidos en el romance cuando el verano efímero llega a los Alpes franceses.
Por Mel White / Fotografías de Cyril Ruoso
Tras salir de un estanque semicongelado a unos 2 000 metros en los Alpes, ranas bermejas europeas (Rana temporaria) se disponen a encontrar pareja. Estas ranas se han adaptado a gran variedad de condiciones y han extendido su territorio a la mayor parte de Europa (mapa). Aquí, en el Macizo de Beaufort, en la región francesa de Saboya, el agua puede no descongelarse sino hasta junio, lo que deja un lapso breve para que las hembras desoven y los renacuajos se conviertan en ranas jóvenes. Las ranas de clima frío crecen con mayor lentitud que las de zonas templadas, pero viven más y, por tanto, crecen más.
Estos anfibios se aparean en una posición llamada amplexo, en la que el macho, más pequeño que la hembra, la sujeta por detrás en un abrazo que puede durar dos días o más. Mientras la hembra expulsa huevos, el macho expele esperma. Aunque la expulsión de los huevos ocurre en primavera, las parejas de ranas en estanques de montaña pueden empezar la hibernación en amplexo; alargar el abrazo por meses puede proporcionar ventaja para la reproducción al permitir el apareo en cuanto llega el clima cálido. Los huevos de ranas de regiones altas pueden ser 30 % más grandes que los de las hembras de regiones bajas, lo que les proporciona ventaja. Los huevos y renacuajos de estos anfibios han desarrollado resistencia al daño genético provocado por la radiación ultravioleta, componente de la luz solar que es más intenso en el aire enrarecido de la alta montaña.

La búsqueda de pareja a menudo comienza bajo el agua, antes de que se funda la superficie de hielo. El fotógrafo Cyril Ruoso podía oír el llamado de las ranas macho en primavera incluso a través del hielo de los estanques alpinos.

Fuente: National Geographic en Español

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