Puente Angostura, Ciudad Bolivar, Foto de Armando Caicedo

lunes, 28 de marzo de 2011

La Garza Real, en peligro de extinción en Venezuela


La Garza real (Casmerodius albus) y la Garza chusmita (Leucophoyxthula thula) que es más pequeña que la Garza real, se llegaron a vender hasta a Bs. 4000  el Kg. de plumas, se necesitan 800 a 900 garzas para obtener 1 Kg. de plumas finas. Las plumas de la Garza real se llegaron a vender a Bs. 2000 el Kg. De aquí el rápido exterminio de estas aves.
Tres especies de garzas de nuestros llanos tienen todo el cuerpo cubierto de plumas blancas. Se conocen con el nombre de Garcita Blanca o Chusmita, la Garcita Reznera y la Garza Real. La primera es pequeña, con pico y patas negras con dedos amarillos. La garcita reznera es también pequeña, con pico amarillo y patas amarillo verdosas. La Garza Real es la más grande, ostenta un plumaje blanco nítido, pico amarillo y patas totalmente negras.
La Garza Real es la más vistosa debido a que desarrolla unas finas y delicadas plumas que semejan un velo que cae a sus espaldas, el cual se hace más evidente y vistoso en la época de cortejo en la época de las lluvias. Desde la época Victoriana, hasta los años 40 del siglo que acaba de pasar, la moda de los sombreros femeninos adornados con las finas plumas de las garzas blancas fue la causante de una cacería implacable y un intenso comercio que puso en la geografía mundial los llanos de Apure y de Barinas.

Es precisamente en esos llanos, donde estas aves se concentran en comunidades llamados garceros, ya sea para descansar durante la noche o para construir sus nidos, incubar sus huevos y dar de comer a sus pichones durante la época de lluvia. Es durante éste periodo cuando las parejas de garzas reales construyen sus nidos, en las copas de los árboles más bajos de los lugares inundados del estero o de los caños llaneros.
La protección de las colonias y de sus nidos, se logra aprovechando la subida de las aguas durante la inundación. Así los depredadores potenciales no llegan con facilidad a los indefensos pichones. Esto no fue obstáculo para los cazadores mientras se mantuvo la demanda y hasta cuando las leyes internacionales prohibieron el comercio con las plumas de las garzas. Debido a eso, todavía hay garzas reales para rato.

Fuente: Monografías.com y Venezuela tuya

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