En la ciudad de Bruselas (Bélgica), sus habitantes han construido frente al Atonium un monumento que honra a cualquiera que le gusta de la cerveza. Lo curioso de la construcción, es que está hecha con 33,000 cajas de cerveza de plástico.
Escogieron cajas de cerveza porque los arquitectos decidieron que su trabajo debería rememorar los conceptos de universalidad y el reciclaje, y nada mejor que un elemento ordinario de nuestra vida diaria para un consumidor ordinario.
Para los amantes de la cerveza, la estructura viene a ser algo así como el templo de su gloria.
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