Las primeras ballenas francas anunciaron su llegada a la costa patagónica y los avistadores disfrutaron de las espectaculares acrobacias que ofrecieron los mamíferos.
Durante el verano, su refugio son las aguas antárticas y suben por la costa atlántica durante el invierno. La bahía de la Península Valdés es el lugar elegido por estos animales y es la mayor reserva de ballenas francas del mundo.
Fuente:Msn
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