Una de las cosas que los científicos destacan de esas flores es su capacidad para interactuar con distintos tipos de polinizadores
Una de las cosas que los científicos destacan de esas flores es su capacidad para interactuar con distintos tipos de polinizadores.
"A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas orquídeas no producen néctar u otras sustancias que sirven de recompensa para los insectos y aves que las visitan", explica Ángel Vale, coautor del estudio de la Universidad de Vigo.
A pesar de ello, gracias a su forma y sus colores logran atraer a numerosos visitantes, lo cual les permite reproducirse. A este fenómeno se lo conoce como polinización por engaño.
Tetramicra riparia
Las flores de las Tetramicra riparia son muy pequeñas. Foto: Ángel Vale
Desde hace más de dos siglos las islas caribeñas han sido una suerte de paraíso biológico y un laboratorio natural para los investigadores.
El hallazgo de estas dos especies fue hecho un poco por azar. El equipo de Vale la descubrió cuando se encontraba en la isla investigando el efecto de la polinización por engaño de un grupo específico de orquídeas caribeñas.
Aunque, cuenta Vale, en la mayoría de los casos los descubrimientos los hacen los coleccionistas, que cuando ven florecer una flor que no corresponde con ninguna de las conocidas se ponen en contacto con los científicos. "Muchas veces ellos van por delante de los investigadores".
Estos dos hallazgos se suman a la inmensa variedad de orquídeas que hay en el mundo. Se estima que hay al menos entre 25.000 y 30.000 especies de orquídeas.
Estas plantas son particularmente útiles para detectar signos tempranos del cambio climático, ya que dependen no sólo del clima sino también de muchos factores vinculados a otros organismos de su entorno.
Si estos cambian, las orquídeas son una de las primeras plantas en notarlo.
BBC Mundo
Fuente: El Nacional.com
"A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas orquídeas no producen néctar u otras sustancias que sirven de recompensa para los insectos y aves que las visitan", explica Ángel Vale, coautor del estudio de la Universidad de Vigo.
A pesar de ello, gracias a su forma y sus colores logran atraer a numerosos visitantes, lo cual les permite reproducirse. A este fenómeno se lo conoce como polinización por engaño.
Tetramicra riparia
Las flores de las Tetramicra riparia son muy pequeñas. Foto: Ángel Vale
Desde hace más de dos siglos las islas caribeñas han sido una suerte de paraíso biológico y un laboratorio natural para los investigadores.
El hallazgo de estas dos especies fue hecho un poco por azar. El equipo de Vale la descubrió cuando se encontraba en la isla investigando el efecto de la polinización por engaño de un grupo específico de orquídeas caribeñas.
Aunque, cuenta Vale, en la mayoría de los casos los descubrimientos los hacen los coleccionistas, que cuando ven florecer una flor que no corresponde con ninguna de las conocidas se ponen en contacto con los científicos. "Muchas veces ellos van por delante de los investigadores".
Estos dos hallazgos se suman a la inmensa variedad de orquídeas que hay en el mundo. Se estima que hay al menos entre 25.000 y 30.000 especies de orquídeas.
Estas plantas son particularmente útiles para detectar signos tempranos del cambio climático, ya que dependen no sólo del clima sino también de muchos factores vinculados a otros organismos de su entorno.
Si estos cambian, las orquídeas son una de las primeras plantas en notarlo.
BBC Mundo
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