Foto de Mario A. Tapia Retana
Ingrid Vaca Diez de Casal, se ha distinguido por llevar a cabo varios proyectos humanitarios en su zona y ayudar a mujeres y niños maltratados. Como impulsora del reciclaje se la conoce por construir casas de botellas para gente de escasos recursos. Ella no es arquitecta sino abogada pero decidió que tenía que hacer algo para ayudar en su localidad, Warnez en el departamento de Santa Cruz, en Bolivia. Su padre Alfredo Vaca Diez fue siete veces alcalde de la localidad y en una de sus gestiones donó terrenos a un club de madres, en favor de los más necesitados. Esto se convirtió más tarde en el barrio que lleva el nombre de su padre y que según ella, es un barrio olvidado por las autoridades, pese a estar a unos minutos de la ciudad. Comenzó construyendo hace unos ocho años, una guardería que ahora alberga a 60 niños.
También impulsó la construcción del colegio Nuestra Señora de Fátima, en el mismo lugar.
Una vez, pregunté a los alumnos qué es lo que más querían tener. Muchos de ellos, que van a la zafra a trabajar, me escribieron que deseaban tener un cuartito y una cama para poder dormir, ya que no tenían dónde.
Comenzó construyendo un muro para la guardería con botellas de plástico.
¿De dónde viene la idea de las casas de botellas?Leer más en Basurrillas
Se trata de reciclar, tenía tantas botellas en casa, que mi marido dijo “bote las botellas, ya le da para hacer una casa”. Ahí vino la idea. Justo había recibido una carta, de una niña que pedía un cuarto para vivir con sus siete hermanos, dormían cinco en una cama. Ya hemos construido cuatro casas, se están haciendo dos, de dos y tres dormitorios. Son térmicas. Reciclando podemos hacer muchas cosas, mesas, sillas. Con lo que encuentro, incluso tapas.
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